Un lugar excepcional

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Visitar el Museo Toulouse-Lautrec es también descubrir un prestigioso entorno, el Palacio de la Berbie, que constituye uno de los conjuntos episcopales mejor conservados de Francia y que ha sido clasificado como Monumento Histórico en Francia (en francés, Monument historique). Es uno de los dos monumentos principales de la ciudad episcopal de Albi, inscrita en el Patrimonio Mundial de la UNESCO en 2010.  

Una fortaleza testigo del poder de los obispos

En la segunda mitad del siglo XIII, los obispos de Albi inician la construcción del Palacio de la Berbie y, luego, de la catedral Santa Cecilia. El edificio, una verdadera fortaleza, es un testimonio del poder de los obispos de Albi. 
Su arquitectura medieval, dotada de muros de una altura y espesor extraordinarios, se organiza en torno a un Patio de Honor y un torreón. Desde este Patio de Honor se accede hoy a la entrada del museo.

Desde el renacimiento en el siglo XVIII, los prelados que se suceden transforman la fortaleza en un verdadero palacio de recreo, con salones de celebraciones y jardines a la francesa. 

Las dos terrazas y jardín clásico del Palacio vieron la luz a finales del siglo XVII (entre 1678 y 1687), bajo el impulso del primer arzobispo de Albi, Hyacinthe Serroni. 
En esa época, las cortinas, que habían perdido su carácter defensivo, se remodelaron para convertirse en un paseo sombreado que ofrece una vista panorámica sobre el río Tarn. En el siglo XVIII, monseñor de Stainville hizo colocar sobre este pasaje las estatuas de mármol que representan las estaciones.

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un_lieu_dexecptionccliche_philippe_poux-vignette-mtl.jpg, par fmonge

Una colección única en el mundo

En 1922, se inaugura el Museo Toulouse-Lautrec en el prestigioso decorado del Palacio de la Berbie. Gracias a la donación de los padres de Henri de Toulouse-Lautrec, el museo reúne la mayor colección pública del mundo dedicada al famoso pintor albigense. Cuadros, litografías, dibujos, y el conjunto de los carteles realizados por Henri de Toulouse-Lautrec ilustran de manera ejemplar cada una de las facetas de su talento multiforme e innovador. 
Sala tras sala, puede seguir la evolución del artista desde sus obras de juventud hasta sus últimos cuadros.

Entre en este lugar de excepción...

Las obras de reestructuración del museo, realizadas entre 2001 a 2012, permitieron aportar una nueva mirada a las colecciones y crear los espacios necesarios para el desarrollo científico y cultural de este establecimiento cultural:

  • Un Auditorio, 
  • Un Taller pedagógico,
  • Un centro de recursos,
  • Espacios de exposiciones temporales de 470 m².

La sala palaciega

Las obras permitieron revelar, en diversas salas del Palacio de la Berbie, pavimentos medievales compuestos de baldosas de terracota barnizada fechadas en el siglo XIII.
Estos pavimentos, que forman mosaicos de un gran interés histórico, son visibles en una de las salas del Torreón, la sala palaciega. En la Edad Media adornaban las salas de celebraciones de los castillos y los edificios religiosos.

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salle_palatialec_cliche_f.pons_musee_toulouse-lautrec_albi_3-petit.jpg, par fmonge

La sala de la Cruz

En el siglo XVII, monseñor Gaspard de Daillon du Lude acondicionó, en el primer piso, un salón comedor llamado "Salón dorado" y un salón de recepción denominado "Sala de la Cruz", decorados por el pintor Coupelet. 
Las colecciones de Arte antiguo se reúnen en estas dos salas. Constituyen el primer fondo del museo, constituido a finales del siglo XIX Cuentan obras de calidad como un lienzo de Francesco Guardi (1712-1793) y dos obras de Georges de la Tour (1593-1652).

La galería del ala de Amboise y las pinturas Renacentistas

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galerie_damboise_2-petit.jpg, par fmonge

Durante las obras de reestructuración, sondeos realizados sobre el techo de la galería Renacentista, situada en el ala de Amboise, revelaron rastros de pinturas.
Las traviesas de este techo en forma de carena de barco invertida se han descubierto y ofrecen hoy un decorado excepcional de finales del siglo XV.